Vanidad de vanidades (parte 2)

Eclesiastés 3:2 “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.”

Saludándolas con alegría nuevamente, seguimos con la serie sobre la vanidad, profundizando un poco en lo que señalamos en la entrada anterior. Debo decir que también estudiaremos la palabra vanidad como la describe Eclesiastés, y lo haremos en el transcurso de la serie.  

A modo de resumen, podemos decir que vanidad es el orgullo de la persona que tiene un alto concepto de sí misma y sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado por ellos. Vimos también cómo se manifiesta este orgullo desmedido.

Debemos reconocerlo. Tal vez no todo el tiempo seamos así respecto de nosotras mismas y las cualidades que pensamos que tenemos, pero caemos en eso con frecuencia. ¿Qué dice la Biblia sobre esto? ¿Hay algún texto que nos hable sobre estas cosas? ¡¡¡De hecho hay varios!!! Vamos a examinarlos:

Romanos 12:3 “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.”

El concepto de “sí mismo” en nuestros días se conoce como autoimagen o autoestima (tal vez haya por allí otros términos). Hay toda clase de documentos, artículos, tesis doctorales, videos, etc. sobre este tema. Es un verdadero problema para todos. Muchas mujeres dicen sufrir por baja autoestima… pero es casi seguro que se han equivocado… no es baja, sino alta, y a veces, muy alta.  

Les comparto algunas ideas sobre el concepto de uno mismo de la página http://teoriaypsicologia.blogspot.com/2012/11/nuestro-concepto-de-si-mismo.html El subrayado es mío:

  1. El concepto que cada uno de nosotros tiene de sí mismo consiste en quién y qué pensamos que somos. Generalmente todos tenemos una idea más o menos clara de quiénes somos; de nuestras características físicas y psicológicas; de nuestras virtudes y deficiencias; de nuestra personalidad en general.
  2. Ciertamente el concepto que tenemos de nosotros mismos afecta en nuestro comportamiento porque es parte del núcleo central de nuestra personalidad, pero ¿cómo y cuándo nos formamos este concepto? Pues bien, en la infancia es cuando empezamos a formar nuestro carácter y por ende vamos acumulando ideas sobre nosotros mismos a través de la información que recibimos del medio ambiente y de las personas con quienes interactuamos, principalmente los padres, profesores, compañeros, etc.
  3. Un dato curioso es que la mayoría de las veces nuestro concepto de sí mismo está distorsionado. Lo podemos observar cuando lo que pensamos no tiene congruencia con lo que decimos y lo que decimos no tiene congruencia con lo que hacemos. Muchas veces nuestras ideas respecto a nosotros mismos no tiene parecido con lo que los demás piensan de nosotros, esto quiere decir que dichas ideas se han formado a base de fantasías neuróticas y disfuncionales, ya que no reflejan la realidad de nuestro comportamiento.

Hay algunas afirmaciones aquí que son verdaderas, y me detendré en ellas porque la Biblia tiene algo qué decir al respecto. Tome un momento, lea la pregunta a continuación y respóndala brevemente en su mente antes de seguir leyendo… ¿Quién y qué piensa usted que es?

Bien…Lo que menos cruza por la mente de una persona ante esta pregunta es que es un pecador (a veces nosotras a pesar de que hemos creído en Cristo como nuestro Salvador, lo olvidamos también). Si hacemos la prueba con cualquier persona, incluso con nuestros niños pequeños, jamás responderán que son pecadores en primer lugar… pero esa es la respuesta correcta aunque nos señalen como personas que tienen baja autoestima. Tendemos a responder a la pregunta con una profesión o con un estado civil, pero esas cosas no son la esencia de quién y qué somos. 

Para no caer en la vanidad con respecto a nuestro concepto de nosotras mismas, Pablo dice que hay que pensar de nosotras con cordura, y no hay cosa más cuerda qué pensar de nosotras que el hecho de que somos pecadoras. No reconocerlo ya es señal de alta y peligrosa autoestima.

La Biblia está llena de historias reales de personas cuya desgracia fue precisamente su alta estima propia, empezando por el mismo Satanás, quien consideró que ser el más grande querubín de los cielos no era suficiente para él, y dado su talento, habilidad, apariencia magnífica, inteligencia, etc. no merecía menos que el trono mismo de Dios. Eva, pensó que ella merecía saber más de lo que sabía y ser más de lo que ya era, la gente de Babel pensó que era digna de una ciudad y un nombre superior a los de los demás pueblos, Lot creyó que merecía las mejores tierras de pastoreo aunque estaba poniendo en riesgo a su familia con gente perversa de Sodoma, Jacob creía que él era más digno que Esaú del derecho de la primogenitura, los hermanos de José no podían soportar que su hermano fuera más noble que ellos, los hermanos de Moisés se consideraron más dignos que su hermano y murmuraron contra él, muchos reyes de Israel y Judá llenaron sus corazones de soberbia contra Dios y esa fue la causa de su caída. Los imperios que dominaron el mundo fueron cayendo uno por uno a causa del alta autoestima de sus emperadores y su gente… y así por el estilo.

La historia nos muestra entonces, que el problema mayor es el que Pablo señala: nuestra tendencia a tener alto concepto de nosotros mismos… ¡¡a ser vanidosos!! Eso nos lleva a actuar como actuaron esas personas en las historias bíblicas, en nuestro propio perjuicio. Todas y cada una recibieron lo que merecía su vanidad y soberbia, porque Dios claramente dice: Santiago 4:6 “…Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Salmo 138:6 “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos.”

La siguiente afirmación en la que me detendré es la que alude al hecho de que es en nuestra infancia que nos formamos el concepto de nosotros mismos. En esos años nos vamos formando ideas sobre nosotros mismos a través de la información que recibimos del medio ambiente y de las personas con quienes interactuamos, principalmente los padres, profesores, compañeros, etc. ¿Qué información estamos dando a nuestros niños sobre ellos mismos? ¿Estamos fomentando su vanidad al decirles y hacerles sentir que merecen toda nuestra atención? ¿Los inducimos al materialismo comprando para ellos ropa, juguetes, dispositivos y otras cosas con las que pueden presumir? ¿Conversamos en casa a oídos de ellos que son más lindos y más listos que otros niños que ellos conocen, enseñándoles a compararse con sus propios amigos? Todas sabemos que estos son problemas reales y conocemos casos sin duda… tal vez nosotras somos un caso de esos incluso.

Es muy triste que nuestros niños caigan en este pecado inducidos por nosotras mismas. Debemos poner mucha atención a lo que decimos en casa, lo que les decimos a otras personas, lo que decimos sobre otros niños, otras madres y padres, sobre los maestros, lo que compramos para nuestros hijos y para nuestras casas. La vanidad ya está en nuestro corazón; en lugar de avivar su poder sobre nosotros y nuestros hijos, debemos contrarrestarlo por todos los medios. Debemos ser concientes, como ya dijimos, que somos pecadores… nuestros hijos lo son… el pecado está a la puerta… ¿Lo dejaremos entrar?

Vanidad de vanidades… parte 1

Eclesiastés 3:2 “Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad.”

Saludos de nuevo!!!! Sigo aquí aunque me cueste sentarme a escribir. Espero en el Señor que estén bien ustedes y sus familias y que estemos orando con todo el corazón por la situación en Europa, que ya es bien conocida.

Quiero comenzar agradeciendo a mi cuñada que hace un tiempo me motivó para escribir una serie sobre este tema de la vanidad, y finalmente, hoy he decidido comenzar, rogando al Señor que me ayude a mí y a todas nosotras, a descubrir las raíces de este pecado en nuestros corazones y en los de nuestros hijos… especialmente, de nuestras hijas, porque es bien sabido que las mujeres tenemos tendencias más fuertes hacia esto. Haremos bien en reconocerlo desde el principio.

Para comenzar, investigué en algunos sitios web seculares lo que dicen sobre la vanidad y se los comparto aquí junto con las direcciones web, para que se ahorren el ver la cantidad de anuncios (jaja). Pueden visitar los sitios si lo desean. Quise comenzar con esto, porque en realidad, aún los no creyentes consideran que ser vanidoso es una debilidad de carácter, un defecto de carácter. En lo que son inconsistentes es que, dicen que ser vanidoso es malo, pero prácticamente con todo lo que promueven, alientan a la gente a ser vanidosa. Pero son inconversos… encontrar esas contradicciones en ellos no es raro… hallarlas en los que profesan ser creyentes es lo trágico realmente. Saben que la vanidad en el corazón es pecado, pero en sus costumbres, estilos de vida, decisiones cotidianas, diversiones, compras, lecturas, redes sociales, conversaciones, planes, etc. van en pos de ella… y sus hijos los siguen. Pues bien… nos llegó el día del examen, igual que como en la serie pasada sobre el vestuario… examen otra vez.

Les comparto lo que encontré sobre la vanidad para que nos pongamos en contexto.

  1. Definición (Diccionario):

Orgullo de la persona que tiene en un alto concepto sus propios méritos y un afán excesivo de ser admirado y considerado por ellos.

Sinónimos: Presunción, engreimiento, envanecimiento, jactancia, fatuidad, vanagloria, soberbia, orgullo, pompa, ostentación, ilusión, fantasía.

2. ¿Eres vanidoso?

La vanidad es una de esas características de la personalidad que puede deteriorar seriamente la relación con los demás. Las personas vanidosas –muy centradas en sí mismas, prepotentes, y con un elevado rasgo de narcisismo–, generalmente se consideran seres superiores cuyas decisiones, elecciones u opiniones están por encima de las de los demás, a quienes suelen ver como mediocres.

Así, tienden a menospreciar a los otros mientras manifiestan, mediante un lenguaje teatral y exagerado, todo lo bueno que tienen, para captar así su atención y la aprobación que tanto necesitan. Es decir, que tras su vanidad se esconde el temor a que su autoestima sea amenazada, y por ello no dejan de colgarse medallas para que les admiren.

Las personas vanidosas se despreocupan de las necesidades ajenas al estar convencidas de que lo que ellas necesitan es indudablemente lo más importante. Por este motivo, sus relaciones sociales y afectivas no son buenas, la gente se aparta de ellas, y quienes permanecen a su lado lo hacen con grandes dosis de sumisión y malestar. https://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/test-de-psicologia/test-eres-vanidoso

3. ¿Conoce a alguna persona vanidosa?

Es muy probable que si mira a su alrededor encuentre a más de un vanidoso. La vanidad es un rasgo de personalidad bastante frecuente, y bastante molesto también.  La persona vanidosa se siente superior los demás, ya sea desde un punto de vista intelectual o físico. Siempre cree que es superior, mejor, más interesante, más inteligente y más atractivo que el resto. 

El diccionario nos aclara que vanidad, viene del latín vanĭtas, y es la cualidad de vano: vacío, hueco o falto de realidad, sustancia o solidez. Está vinculado a la arrogancia, a la presunción y al envanecimiento.

No es fácil relacionarse con un vanidoso. La verdad es que la vanidad puede deteriorar seriamente una relación. Los rasgos del vanidoso hacen que vincularse con él sea muy complicado y tortuoso.  Las personas vanidosas están muy centradas en sí mismas, son prepotentes y se consideran seres superiores que están por encima de los demás, a quienes ven como inferiores. Obviamente todos estos rasgos dificultan mucho establecer una buena relación con la persona vanidosa.

Se dice que detrás de esta imagen de perfección que tienen de sí mismos los vanidosos sienten una enorme inseguridad. De allí que sea un rasgo vacío, falto de solidez. Podríamos pensar en una imagen hueca que esconde un enorme vacío.

De todos modos, el vanidoso se suele comportar como si fuera el rey del mundo y su trato hacia los demás suele ser desagradable.

Los rasgos principales de la persona vanidosa son:

1. Creen que están siempre en lo cierto:

Las personas vanidosas suelen creer que tienen razón en todo. Intercambiar opiniones con ellas es una pesadilla, pues creen que su opinión es la única válida. De este modo, ni se molestan en escuchar los argumentos de los demás, ya que los descarta sin prestarles demasiada atención.  Las discusiones con un vanidoso no llevan a ningún sitio, pues el vanidoso sólo está interesado en su propia opinión. Con frecuencia, las personas vanidosas defienden sus puntos de vista poniéndose a sí mismos como autoridad.

2. Prestan muchísima atención a su imagen pública:

Están muy pendientes de lo que los demás piensan de ellos. Tratan de demostrar indiferencia, pero les importa muchísimo que los demás tengan una buena imagen. Se dice que suelen actuar como si la opinión ajena no les importara, pero están obsesionados con lo que las otras personas piensan de ellos. En general se desviven para generar esa imagen perfecta. Se muestran seguros, hacen alharaca de sus logros, les gusta lucir bien, usar ropa de marca y que se note.  Son extremadamente cuidadosos con lo que publican en las redes sociales, ya que siempre quieren dar una imagen triunfante y exitosa. Las fotos que suben suelen estar muy estudiadas y embellecidas, mostrando siempre su mejor ángulo o sus últimas adquisiciones de ropa o de lo que sea.

3. Se enojan con mucha facilidad:

Las personas vanidosas tienen que sostener una imagen idealizada de ellos mismos. En parte, esta necesidad de mostrarse deslumbrantes  los vuelve intolerantes. Cualquier detalle que ponga en duda su imagen perfecta puede causarles un enojo descomunal.

4. Se expresan de forma teatral

Son excesivos y exagerados en su modo de expresarse. La mayoría de las personas vanidosas se expresan de una forma completamente teatral. En realidad parecen actores interpretando un rol protagónico. Cuando hablan, gesticulan de una forma que parece sacada de una obra de teatro. De este modo, llaman la atención de su audiencia. Hay que recordar que el vanidoso no se comunica con pares, pare él los demás son un público que debe aplaudirlo y admirarlo en todo lo que hace y dice. También hacen un uso de la voz muy especial, y estudiado; las entonaciones, los silencios, el modo de hablar, todo está estudiado para causar admiración.

5. Se creen el centro del universo

Para el vanidoso no hay nada ni nadie más importante que él mismo. Los demás son extras necesarios para halagarlo y admirarlo. Los vanidosos se despreocupan de las necesidades ajenas porque están convencidas de que lo que ellos necesitan es lo más importante. Tienen un amor desproporcionado por ellos mismos y pierden de vista a los demás.

6. Instrumentalizan a los demás

La vanidad tiene cierta relación con el narcisismo, y el narcisismo tiene cierta relación con la psicopatía (puesto que se considera que el único importante es uno mismo y los demás están cosificados, como si fueran objetos para satisfacción propia).

Esto, evidentemente, no tiene por qué significar que tu amigo el vanidoso sea un asesino en serie. Tranquilo. Sin embargo, sí es posible que tenga algún rasgo psicopático y tienda a tratar a los demás para su propio beneficio, sin interesarse por ellos como personas.

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Con esto ya tenemos mucho en qué pensar… obviamente en todo esto que les comparto, vemos cómo los diversos pecados relacionados con la vanidad, tienen «nombre científico», jaja… pero los creyentes sabemos que todos caen bajo una sola definición. Repito que esta infomación la encontré en sitios seculares… no coincido con todo lo que dicen, pero ciertamente están acertados en la descripción que hacen del comportamiento vanidoso y lo malo que es para la persona y para aquellos con quienes se relaciona. No van al origen de ese pecado… eso lo estudiaremos nosotros aquí con nuestras Biblias y con corazones humildes. Estaré compartiendo otros recursos también para ampliar el tema. Que el Señor nos ayude. Gracias por sus oraciones tan valiosas.

Nunca es tarde para saludar!!

Por: Rebeca Argüelles de Manzanares

Nuevamente me he perdido un poco… pero ya volví… gracias por seguir aquí. Deseo de todo corazón que en este año 2022, nuestro conocimiento de Dios aumente, nuestra fe se renueve, nuestra esperanza esté firme y nuestro amor rebose por la gracia de Dios. Que tengan un feliz 2022!!!

Quiero comenzar las publicaciones de este año compartiendo una sugerencia de lectura para nuestros niños pre-adolescentes. Les paso la lista de libros de la serie Héroes cristianos de ayer y hoy:

Odisea en Birmania – La vida de Adoniram Judson
La intrepida rescatadora – La vida de Amy Carmichael
La heroína voladora – La vida de Betty Greene
C.S. Lewis: Autor de las Cronicas de Narnia
Cameron Townsend: Buenas nuevas en todas las lenguas
Somos Una Familia: La vida de Charles Mulli
Precursor Incansable: la vida del conde Zinzendorf
Persecucion en Holanda – La vida de Corrie ten Boom
Corazon pionero – La vida de David Livingstone
Dietrich Bonhoeffer: En medio de la maldad
Defensora de los desamparados: La vida de Elizabeth Fry
Eric Liddell: Algo más preciado que el oro
Padre de huérfanos – La vida de George Muller
Gladys Aylward: La aventura de una vida
El agente secreto de Dios: La vida del Hermano Andrés
Peripecia en la China – La vida de Hudson Taylor
La tenacidad de una mujer – La vida de Ida Scudder
Victoria sobre la venganza – La vida de Jacob DeShazer
Emboscada en Ecuador – La vida de Jim Elliot
De esclavista a abolicionista – La vida de John Newton
El mundo era su parroquia – La vida de John Wesley
Esperanza del los Andes: La vida de Klaus-Dieter John
Valentia en el Nilo – La vida de Lillian Trasher

Desafio para valientes – La vida de Loren Cunningham
Perseverancia y Sacrificio: La vida de Lottie Moon
La audaz aventura – La vida de Mary Slessor
Peligro en la selva – La vida de Nate Saint
Una estrella en la jungla – La vida de Rachel Saint
Pasión por un pueblo abandonado – La vida de Samuel Zwemer
El amor que vence – La vida de Richard Wurmbrand
Hazañas en el hielo: La vida de Wilfred Grenfell
Jamás Derrotado: La vida de William Booth
Un aventurero ilustrado – La vida de William Carey
Vencer lo imposible – La vida de Ben Carson
El empresario de los pobres – La vida de David Bussau
De esclavo a cientifico – La vida de George Washington Carver
Huída hacía la libertad – La vida de Harriet Tubman
Travesias de los Ingalls – La vida de Laura Ingalls Wilder
Imbatible – La vida de Louis Zamperini
Más que chocolate – La vida de Milton Hershey
El precio de la libertad – La vida de William Bradford
Libertad y justicia para todos – La vida de William Penn
Triunfo de la justicia – La vida de William Wilberforce
Independencia para siempre – La vida de John Adams
Sueños de aventuras – La vida del capitán John Smith

Mi hijo está leyendo ya su segundo libro. No tienen un orden definido para leerse, pero son libros maravillosos para las edades de 10 años en adelante. No sé si esta lista está completa pero voy a procurar adquirir en estos años todos los que pueda.

La lista la tomé de aquí: https://www.ywampublishing.com/p-1563-heroes-cristianos-de-ayer-y-de-hoy-vidas-con-legado-and-valentiabrcomplete-set-books-1-45.aspx

Pero seguro que pueden adquirirlos también en Amazon o en las librerías en sus ciudades. Si lo hacen o si ya tienen experiencia con estos libros, sería lindo saberlo en los comentarios. Estamos en el segundo mes de 2022… aún hay mucho que podemos leer!!!!!!

Conversatorio sobre el libro Destellos de Gracia

Saludos de nuevo!!!!

Esta semana en mi país, tenemos feriado nacional, por lo que estoy encantada de usar este tiempo para trabajar por aquí.

Hace algunas semanas atrás, participé en otro conversatorio junto a mi querida cuñada y hermana en Cristo, Débora Contreras, del blog https://dadasporherencia.home.blog/, acerca del libro Destellos de Gracia, de la autora Gloria Furman.

Había olvidado compartir el video, así que aquí lo dejo. Muchas gracias también a nuestro hermano Darío Sanabria de la Librería Sola Gracia, quien organizó la actividad.

Estudios en la segunda epístola de Pedro (2)

Saludos de nuevo!!!!!!! Les comparto las hojas de trabajo del capítulo 2 de II Pedro.

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/10/ii-pedro-2a.pdf

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/10/ii-pedro-2b.pdf

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/10/ii-pedro-2c.pdf

Estamos trabajando en las hojas del capítulo 3 y pronto las compartiremos también.

Estudios en la Segunda Carta de Pedro

Saludos nuevamente!!!! Hoy estoy de visita en casa de una hermana muy querida con la cual estamos repasando algunos trucos de WordPress para el blog que tiene. Comparto esta entrada desde la casa de ella.

Les comento que hace tres semanas comenzamos un estudio de mujeres en la carta de Segunda de Pedro. En esta entrada les paso los materiales de las primeras semanas. Estaré compartiendo los demás próximamente.

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/09/ii-pedro-1.pdf

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/09/ii-pedro-1a-1.pdf

https://ataviadadehermosura.wordpress.com/wp-content/uploads/2021/09/ii-pedro-1b-2-1.pdf

El ropero de la mujer hermosa 12

Saludos de nuevo!!!!!

El día 28 de Agosto estuve en una conferencia de mujeres que no pudo quedar mejor para cerrar esta serie! Les comparto los videos… y con esto cerramos ya la serie, dando gracias al Señor por todas las cosas en las que reflexionamos:

Sesión No. 1: https://www.facebook.com/hnmeda/videos/276562150573874

Sesión No. 2: https://www.facebook.com/hnmeda/videos/368909151394642

Sesión No. 3: https://www.facebook.com/hnmeda/videos/163289532610469

Sesión No. 4: https://www.facebook.com/hnmeda/videos/1308123149604568

Que el Señor les bendiga con estas enseñanzas.

El ropero de la mujer hermosa 11

I Tim. 2:9 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”

I Pedro 3:3-4 “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.”

Saludos!!!!! Agradeciendo al Señor por restablecer mi salud y la de mi familia, hoy sigo con la serie que estamos estudiando. Si se perdieron el anterior, aquí va: https://ataviadadehermosura.wordpress.com/2021/08/06/el-ropero-de-la-mujer-hermosa-10/

Seguimos con las últimas dos cosas que hay en nuestro pasaje para considerar: la lista de atavíos mencionados por Pablo y la frase “mujeres que profesan piedad”.

Esa lista no está allí por casualidad y además es prácticamente igual a la que Pedro menciona en el capítulo 3 de su primera carta, la cual sin duda conocemos muy bien.

¿Qué pasaba con estas mujeres y el peinado, la ropa y los accesorios? Lo mismo que sigue pasando con las mujeres de hoy… somos tentadas a ir en pos de estas cosas como lo eran ellas en aquel tiempo. Ahora incluso, tenemos más cosas que nos atraen… las uñas por ejemplo… en mi Facebook me aparece un número  creciente de publicidad o de videos compartidos por mis contactos sobre el Nail Art… diseños increíbles. Una vez, en la iglesia en la que me congregaba hace unos años, una hermana, madre de familia joven, llegó con una arreglo de uñas acrílicas que llamó mucho la atención; tanto que, la rodearon al menos 4 hermanas más para ver sus dedos y comentar. Quizá fue a una reunión o tuvo un evento especial, no me interesé en saber. El asunto es que por lo menos durante las siguientes tres semanas, ella siguió causando sensación con sus uñas entre las mujeres. Fue así porque, nunca antes, ninguna de nosotras había hecho eso de ponerse uñas acrílicas. Más tarde apareció otra con diseños que incluían brillos y pequeñas piedritas en las uñas… de sus pies. La moda duró un tiempo y gracias a Dios, luego desapareció.

A manera de ilustración, les comparto aquí un par de enlaces para que estudiemos un poco sobre la manera de arreglarse de la sociedad griega del primer siglo, que fue el tiempo en que se escribió el Nuevo Testamento. Allí leeremos sobre los vestidos y los peinados. De verdad, no se lo pierdan.

Algunos autores y comentaristas opinan que estas instrucciones de Pablo debían seguirlas las mujeres para cuando iban a las reuniones de la Iglesia, para no llamar la atención y causar distracciones en los cultos. Personalmente no creo que sea de esta manera. Considero que eso es, y ya lo comentamos en otro post, como tener vestidos y faldas elegantes para ir a los cultos, y pantalones, shorts, faldas cortas y blusas con escotes para “el diario”. Vivir una doble vida, en otras palabras.

Eso me hace recordar algunas ocasiones en las que estuve en un centro donde se imparten conferencias bíblicas, y una de las chicas que estaba en el “grupo de alabanza”, no quiso pasar con sus compañeros al frente a cantar, porque salió tarde de su trabajo, andaba en pantalones y no le dio tiempo de ir a casa a cambiarse de ropa. La manera en que andaba vestida, le impidió hacer el trabajo que se esperaba de ella en esa reunión. ¿Cómo puede pasar esto? ¿Nos saboteamos a nosotras mismas? Ella misma se sentía inapropiadamente vestida para pasar al frente, pero no consideró inapropiado su atuendo para salir por la mañana a su trabajo. Es curioso; no se trata de que ella escogió el peor atuendo que tenía, que estaba sucio o roto. Creo que todas entendemos este punto y no requiere más explicación.

Pero por otro lado, tenemos la frase “mujeres que profesan piedad”. Veamos un poco sobre eso, porque Pablo dice que un atavío modesto, decoroso, pudoroso, corresponde a mujeres que profesan piedad. Entonces, por lógica, lo contrario, es decir, los descuidos, los excesos en el arreglo personal y uso de accesorios, no corresponde a mujeres que profesan piedad. Me encanta usar la lógica del Apóstol Juan en estos asuntos… ¿han leído I de Juan? Espero que hayan notado eso en él: el que tiene al Hijo tiene la vida, el que no, no… el que ama a su hermano está en luz, el que lo aborrece, no… el que permanece en Dios, no peca; el que peca, no conoce a Dios… todo espíritu que confiesa que Cristo vino en carne es de Dios; todo espíritu que no confiesa eso, no es de Dios… me encanta eso… es blanco o es negro, es frío o es caliente, es sí o es no…

Pues, bien, ¿qué es profesar piedad? Para comenzar, encontré dos significados para la palabra “profesar” en el Español:

  1. Aceptar y seguir [una persona] voluntariamente una religión, una doctrina o una creencia.
  2. Tener [una persona] una determinada inclinación o un sentimiento intenso hacia algo o alguien.

Y por otro lado, la palabra “profesar” es el vocablo griego epanguélo que es anunciar sobre, dedicarse a hacer algo, afirmar algo respecto a uno mismo, profesar, hacer promesa, prometer.

Y, ¿qué es la piedad? En el griego es dseosébeia que significa devoción. Otra palabra relacionada es dseosebés, que significa reverente a Dios, piadoso, temeroso de Dios. Y una más es sébomai que es reverenciar, adorar, honrar, adorar, piadoso, temeroso (de Dios). Noten la cantidad de verbos aquí… mucha acción.

Hay dos implicaciones en todas estas definiciones: se trata de algo que no solo se dice, sino que se vive, se practica y se siente con intensidad. Volvemos a lo mismo… no se puede decir que se es una cosa, cuando nuestra apariencia demuestra lo contrario. No corresponde, como dice Pablo.

Antes habíamos comentado que en cuanto al arreglo personal, dedicamos dos cosas a ello: tiempo y dinero. ¿Se trata de que no me voy a peinar cuando me levante de la cama, ni bañarme, ni cambiar mi ropa porque desde que abro los ojos me dedicaré a leer la Biblia? Claro que no. ¿Se trata que no podré comprar nunca ropa nueva? Tampoco. De lo que sí se trata es, que escogeré ropa y accesorios que realmente necesite y que no consuman el presupuesto de mi familia. No todo lo bonito necesariamente es caro. Pero deberé muchas veces para ello, ejercitar mi dominio propio, porque una vez dentro de la tienda, seré tentada a sobrepasar la suma de dinero que propuse gastar.

La otra cosa es el tiempo dedicado al arreglo personal… ¿tardo mucho en maquillarme? ¿por qué? ¿qué persigo siendo tan detallista con eso? ¿cuántos productos estoy usando? ¿cuánto gasto en ello? ¿Cómo se comparan esos gastos con relación a lo que invierto en cultivar mi espíritu comprando materiales bíblicos para mí y mi familia? ¿Cómo se compara el tiempo que gasto en cuidar mi rostro y cuerpo con el tiempo que invierto en leer mi Biblia diariamente? ¿Corresponde todo eso a una mujer que profesa piedad?

Todavía tenemos más luz al respecto, cuando vemos en Proverbios 31 las prioridades y el carácter de la mujer virtuosa. Ella se viste y se arregla, pero la prioridad de ella no es tanto dar gusto a los ojos de su esposo como a su corazón dándole bien y no mal cada día. Ella viste bien y alimenta a sus hijos, pero mejor que eso, cuando habla con ellos abre su boca con sabiduría y les anuncia la ley de clemencia.

Ella compra telas, adorna su casa, compra comida, compra hasta bienes inmuebles… pero están claras las prioridades que tiene; las atiende primero y el Señor le provee del tiempo y el dinero necesarios para atender lo otro. Y volvemos a ver este principio en Mateo 6:33 en palabras del Señor Jesús… qué es lo que hay que buscar primero, y cómo es que tendremos la forma de atender lo otro después.

Y hay más buenas noticias… Proverbios 15:13 dice: “El corazón alegre hermosea el rostro…” Se parece a lo que dice Pedro en su carta… espíritu afable y apacible… esto es atavío de reinas, queridas amigas y hermanas. No sé por qué nos perdemos, cuando en la Biblia tenemos ya la manera de encontrar una hermosura que ni la ropa ni los peinados, ni los cosméticos nos pueden dar.

Cierro con las palabras de uno de nuestros asesores, de los que hablé cuando comenzamos esta serie, el Pastor John MacArthur, quien en su libro El Plan del Señor para la Iglesia, nos dice lo siguiente:

Las mujeres deben ataviarse con «pudor y modestia» (v. 9), quiere decir decentemente, con un sentido de temor reverente.

La idea en el versículo 9 es la de sobriedad, la de evitar los extremos. El templo no es el lugar para exhibiciones personales. Eso distrae de lo que el Espíritu de Dios quiere lograr en nuestras vidas.

La segunda parte del versículo 9 dice que las mujeres no se adornen a sí mismas «con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos». En el tiempo de Pablo había estilos populares de arreglarse el cabello. Las  mujeres llevaban variedad de perlas y oro en su cabello. Nos podemos imaginar a un hombre sentado en una banca con el resto de los creyentes cuando una señora entra y se acomoda enfrente de él llevando un tesoro completo en su cabeza.

Estaría allí pensando: Creo que esa perla vale ochenta y nueve dracmas. jY fíjate en esa otra y la del otro lado! Se olvidaría por completo de toda la intención y propósito de estar allí.

Eso no quiere decir que las mujeres solo pueden llevar perlas y pendientes baratos. La enseñanza que recibimos aquí es que el lugar y el tiempo de adoración a Dios no es momento para hacer exhibiciones delante de los demás. Debemos estar modestamente vestidos de forma que no distraigamos a otros de lo que Dios quiere hacer por medio de su Espíritu y de su Palabra. Una mujer cristiana no debiera ir vestida de forma inmodesta, ostentosa y extravagante.

Ningún tiempo ni lugar, para una mujer cristiana, son para hacer exhibiciones delante de otros. En todo tiempo debemos vestir y tener un corazón y una conducta que no estorbe la obra de Dios en las vidas de otros. Pues bien… en la próxima entrada, concluiremos esta serie ya… quizá en otro momento podamos retomar este tema con otros recursos. Muchas gracias por acompañarnos todo este tiempo.

El ropero de la mujer hermosa 10

Saludos de nuevo!!!!! Si se perdieron el anterior, aquí va: https://ataviadadehermosura.wordpress.com/2021/07/15/el-ropero-de-la-mujer-hermosa-9/

I Tim. 2:9 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad.”

Hoy seguimos con nuestro tema, creo que ya llegando al final de esta serie… eso espero.

Nos toca profundizar un poco en las palabras “pudor” y “ modestia”, y eso haremos. Investigué ambas palabras y fue sorprendente lo que encontré sobre ellas en fuentes seculares, no se lo pierda:

  1. El Dr. Leonardo Polo, del Instituto de Estudios Filosóficos, en su Conferencia en la Universidad de Piura, 1991 dice lo siguiente:

“Otra manera de afrontar el pudor es la que proponen los filósofos personalistas. Esta nueva presentación del asunto sostiene que es característico de la persona ser pudorosa. Si se fija la atención en la persona humana el pudor adquiere un nuevo significado que es un desarrollo de lo anterior. El pudor acompaña siempre a la persona y su desaparición comporta una disminución de la personalidad. El pudor es como la salvaguarda de la intimidad, la prueba de que la persona posee intimidad y no existencia meramente pública.

… es claro que en todas las culturas el pudor aparece. La clave del pudor está en que el hombre es un ser personal; se pierde el pudor por despersonalización o porque se debilita el sentido de ser persona. Es lo que ocurre en nuestra época, que es bastante crítica. En ella se ve una disgregación de la unidad biográfica y una segmentación de la acción. Por eso el hombre a veces no percibe su carácter personal, y ello va acompañado de un debilitamiento del sentido del pudor.

El carácter personal del hombre explica el pudor; los animales no son pudorosos ni impúdicos; los animales no son personas, se comportan de manera instintiva. El ser humano, en cambio, es personal y en él aparece el pudor o la vergüenza. Así se puede comprender cómo la desvergüenza obedece a una pérdida de la intimidad.”

2. En el sitio joveneshoy.org, aparece un artículo del cual extraigo los siguientes párrafos:

“El pudor es un sentimiento por el que la persona tiende a proteger cosas buenas en su intimidad. Pero no es solo un sentimiento, también es una virtud que se cultiva y desarrolla con acciones concretas. El pudor y la vergüenza, como sentimientos, tienen mucho en común, se parecen, ya que se refieren a cosas que una persona quiere dejar fuera de «la vista» de los demás o que los demás no sepan. Pero llamarlos de dos maneras diferentes ayuda a distinguir el objeto de cada uno y, por tanto, su naturaleza.

Mientras la palabra vergüenza se suele dejar para cuando se ocultan cosas «malas», la palabra pudor se aplica a cosas «buenas». Por ejemplo, a una persona que ha mentido, que lo descubran le produce vergüenza. En cambio un bombero que ha salvado una vida puede también tener un deseo natural de querer dejar eso en su intimidad; le surge el sentimiento del pudor cuando le llevan a un escenario para darle un premio… y no es porque haya hecho algo malo –¡todo lo contrario!–, pero su heroísmo es parte de su intimidad porque es una persona humilde o tímida. Para enmarcar la comprensión correcta del pudor y su educación, es bueno insistir en que todas estas cuestiones deben tratarse con amabilidad optimismo y centrándonos en la belleza de los valores que estamos protegiendo. El pudor protege un valor que es la belleza de nuestra intimidad, de nuestra sexualidad y algo sublime. Por lo tanto hay que evitar los enfoques negativos y las deformaciones. La protección del pudor no es solo lo que hacemos exteriormente –cuidar el vestido, no mirar pornografía, evitar conversaciones de mal gusto en referencia a lo sexual, entre otras– sino principalmente lo que motiva esas acciones, nuestra mirada sobre lo sexual. Entonces los padres deben hacer un esfuerzo para revisar cómo consideran en general la sexualidad para hacer que el pudor no sea vergüenza, sino precisamente pudor, es decir, protección de algo hermoso, importante e íntimo.”

3. Les dejo además una lista de sinónimos de la palabra pudor:

Castidad (f .Virtud que se opone a los sentimientos carnales. )

Decencia (f. Recato, honestidad.  Dignidad en los actos y las palabras.)

Honestidad (f. Decencia, buen comportamiento.  Recato, pudor. Decoro, modestia.)

Integridad, moralidad, pureza

Recato (m. Cautela, reserva. Honestidad, modestia. )

Vergüenza (f . Turbación del ánimo, por temor a la afrenta, al ridículo.  Timidez. Pudor.)

Virtud (Sustantivo femenino{{inflect.es.sust.reg-cons}}1: Cualidad positiva de un ser, persona o cosa, exponiendo mediante calificativos las ventajas de dicho ente.)

ética

Cautela (f. Precaución con que se actúa.)

Circunspección (f. Atención, cordura, prudencia.  Seriedad y decoro en acciones y palabras.)

Decoro (m. Pureza, honestidad.  Circunspección, gravedad.  Honra, estimación.)

Modestia (f. Virtud que impide al hombre hablar o pensar orgullosamente de sí mismo.  Falta de lujo y ostentación. Honestidad y decencia en las acciones o palabras.)

Reserva

Es sorprendente lo que se puede encontrar en tan solo un par de sitios seculares sobre esta palabra… lo que trae la pregunta obligatoria… si hasta los incrédulos lo entienden, ¿por qué muchas veces las mujeres creyentes fallamos en nuestra comprensión y práctica de este término?

Ahora vamos con la palabra “modestia”…

  1. En el sitio ecured.cu, hay un artículo del cual comparto algunos párrafos: “Modestia. Es una característica humana que puede ser vista alternativamente como una virtud o una debilidad. Como sea vista depende, en última instancia, de su perspectiva. En la mayoría de los diccionarios existen varias definiciones de modestia; muy a menudo es presentada como humildad, timidez, o sencillez. En la sociedad de hoy cualquiera de estas definiciones de modestia pueden ser vistas como negativas, ya que a menudo nos enfocamos en el yo; la autoestima, el auto-respeto, y la expresión propia. La modestia es una Cualidad del carácter de una persona que le hace restar importancia a sus propias virtudes y logros y reconocer sus defectos y errores: la modestia es una gran virtud. Los principios generales de la modestia promueven evitar la excesiva atención hacia uno mismo, limitando las acciones y actitudes para inculcar comportamientos menos egoístas. A veces, la modestia suele confundirse con la timidez o la simplicidad.

Esta virtud generalmente se entiende como un señalado recato y hasta cierto punto inhibición por las expresiones de sí mismo; un individuo modesto es el que no hace gala de sus bienes o facultades, esta virtud es la consideración de no lastimar al prójimo con un desplante que pueda causarle daño.”

2. Otras definiciones que encontré son:

Modesto es un adjetivo que indica modestia. Esta palabra señala que una persona es humilde y no tiene vanidad o engreimiento.

Cualidad de modesto: virtud por la cual uno no habla ni piensa con orgullo de sí mismo. Humildad y ausencia de vanidad.

Ni siquiera empecé buscando su significado en el griego original…. Con abundancia de palabras, ya hay definiciones en el mundo de estos términos y un gran número de ellas concuerdan con lo que la Biblia dice sobre estas actitudes del corazón. No hay duda de que lo que dice Pablo es verdad… Romanos 2:14-15 “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos…” Aquí habla de personas que no son judíos, que no crecieron con la cosmovisión del Antiguo Testamento, que no sabían los Diez Mandamientos… sin embargo, tenían un concepto de bien y mal, que no venía de su propia inteligencia, sino de una conciencia dada por Dios.

El pudor y la modestia abarcan pues, no solo el vestir… una vez más decimos: son actitudes del corazón, que se dejan ver en toda la vida de una persona. Tienen que ver con las palabras que usa diariamente, sus elecciones de vestuario, sus compras hogareñas, su lista de música y de programas de televisión, la escogencia de sus amistades, etc.

Estas instrucciones no son sobre ropa para ir a la iglesia… es sobre la ropa que usamos a diario como ya hemos dicho también. Una mujer creyente no tiene dos guardarropas, uno religioso y otro secular. En un mundo que mira el pudor y la modestia como debilidades de carácter, como retraso de pensamiento, como ser de “mente cerrada”, las mujeres creyentes deberíamos saber sin duda el valor que tienen para Dios y cuánto se agrada y es glorificado él en que sus hijas obedezcan sus instrucciones en su vestuario y arreglo personal. Si la gloria de Dios es la que buscamos, vestir con pudor y modestia debería ser un gozo diariamente para nosotras.

Aún nos quedan algunas cosas para estudiar de ese texto, y lo haremos en la siguiente oportunidad. Gracias por seguir aquí. 

Las direcciones consultadas fueron:

https://sinonimos.org/pudor

https://www.joveneshoy.org/130/783/que-es-el-pudor-y-en-que-se-diferencia-de-la-vergenza

https://www.ecured.cu/Modestia

https://www.leonardopolo.net/el-significado-del-pudor/